31 octubre

¿Qué entendemos por innovación o tecnología disruptiva?

La rueda, la bombilla y el teléfono móvil son tres ejemplos de tecnologías disruptivas.  En su momento, estas innovaciones produjeron una profunda ruptura con el patrón anterior, ocasionando cambios importantes en la vida de las personas.     

Para que esto suceda, las empresas disruptivas adoptan modelos de negocio que permiten innovar en el mercado. Es por ello que uno de sus activos más valiosos son sus departamentos de I+D (Investigación y Desarrollo). Una división que tiene por objetivo desarrollar nuevos productos o mejorar los existentes, cubriendo una necesidad que todavía no está cubierta. 


El profesor de la Escuela de Negocios de Harvard y consultor empresarial Clayton Christensen fue quien acuñó el término "innovación disruptiva" en la revista Harvard Business Review, allá por 1995. 

Para Christensen, la tecnología que provoca un cambio relevante e interrumpe bruscamente la forma en la que operan las industrias, empresas y consumidores, constituye una innovación disruptiva. Este proceso supone un periodo de adaptación como el que estamos viviendo con la Cuarta Revolución Industrial, marcada por la digitalización y avances tecnológicos emergentes.

Un buen ejemplo son los ordenadores personales, ya que el avance tecnológico en este campo muestra claros elementos disruptivos. Si echamos la vista atrás, vemos cómo las computadoras transformaron por completo nuestra forma de estudiar, trabajar y pasar tiempo de ocio. Los centros de estudios y familias querían comprar un ordenador, por lo que aumentó la demanda, y en consecuencia, la máquina de escribir empezó a caer en desuso, produciendo notables cambios en el mercado.



Ejemplos de tecnologías disruptivas

Para que una tecnología se considere disruptiva tiene que modificar un hábito o comportamiento y ser accesible para la mayoría de la población. Muchas de ellas guardan estrecha relación con las llamadas profesiones del futuro. Conozcamos algunas características de las tecnologías disruptivas actuales.


Blockchain

La tecnología blockchain se aplica en un flujo de trabajo digitalizado para crear procesos compartidos, transparentes y más seguros. Funciona como una cadena de bloques en la que todos los nodos están conectados entre sí, por lo que garantiza la trazabilidad de cualquier proceso, creando una red de registro única que reduce riesgos y costes. 



Tecnología 5G

¿Qué supone incorporar la tecnología 5G? En el último año se ha hablado mucho sobre este tema, ya que significará un cambio en el sector de las telecomunicaciones. El 5G introducirá de manera definitiva el Internet de las Cosas (IoT) en nuestro día a día. Esta tecnología disruptiva posibilitará que todos los dispositivos estén conectados y compartan información a gran velocidad.



Realidad Virtual Avanzada

Cuando hablamos de Realidad Virtual Avanzada asociamos este concepto al entretenimiento o al famoso metaverso. Sin embargo, esta tecnología supone una auténtica revolución en muchas otras áreas. Por ejemplo, en Repsol, trabajamos con la técnica Digital Twins (gemelos digitales, traducido del inglés) para modelizar nuestras plantas. Esto nos permite crear un modelo de simulación virtual para ser más flexibles y ágiles ante las posibles circunstancias cambiantes.


Inteligencia Artificial y Machine Learning

La Inteligencia Artificial (IA) es la combinación de algoritmos que se programan para que una máquina realice acciones que hasta ahora realizaban los seres humanos, como,  por ejemplo, aprender a partir del análisis de datos o planificar. Mientras que el Machine Learning es una disciplina dentro del campo de la IA que permite que los ordenadores aprendan por sí mismos y realicen tareas de manera autónoma. 





Servicios en la nube (Cloud)

Los servicios en la nube, también conocidos como Cloud computing, permiten guardar archivos en Internet sin necesidad de equipos de almacenamiento externos. Esta tecnología disruptiva supone grandes ventajas para las empresas, porque permite que los usuarios disfruten de herramientas de gestión desde cualquier lugar del mundo conectándose desde un dispositivo.



Nanotecnología

La nanotecnología es el estudio y la manipulación de la materia en tamaños muy pequeños (entre uno y cien nanómetros). Una tecnología disruptiva que permitirá generar materiales más fuertes, livianos y duraderos que los que se utilizan actualmente. El grafeno es un buen ejemplo de esta innovación revolucionaria con aplicaciones en áreas como energía, productos de cuidado personal, envases de alimentos o productos farmacéuticos, entre muchas otras. 






Big Data

El Big Data recopila y gestiona grandes volúmenes de datos que se analizan y aplican a una área concreta. Podemos decir que se trata de una herramienta inteligente de análisis para tomar decisiones más rentables y eficientes. Esta tecnología disruptiva supone una gran ventaja competitiva para las empresas porque reduce costes, ahorra tiempo, disminuye el margen de error en los procesos y mejora la calidad del producto final. 




Impresión 3D

La impresión 3D promete grandes avances en áreas muy diversas: ingeniería electrónica, automovilística, joyería, arquitectura, medicina regenerativa, incluso en el sector de la alimentación, con la impresión de comestibles. Esta tecnología supone un gran cambio en el desarrollo de productos y en su proceso de fabricación, ya que permite probar rápidamente una idea, producir continuamente y reducir los costes en la construcción de prototipos.



Ciberseguridad

La ciberseguridad o seguridad de la tecnología es el conjunto de procesos y herramientas que se implementan para guardar la información que genera cualquier dispositivo, programa o empresa. Con el uso de sistemas de redes, softwares y aplicaciones, la ejecución de protocolos de seguridad es necesaria para proteger información confidencial, privada o sensible. 



Computación cuántica

La computación cuántica contribuye a resolver problemas complejos y crear algoritmos eficaces en poco tiempo. Este paradigma permite procesar información a niveles muy elevados con múltiples aplicaciones. Por ejemplo, en el área de la salud, podría contribuir a crear nuevos fármacos personalizados. Y en el sector financiero, podría anticipar cambios en el mercado con precisión.




Hiperpersonalización

La hiperpersonalización permite crear un servicio, producto o atención única y exclusiva para cada cliente. Mediante el uso de la Inteligencia Artificial, combinada con datos en tiempo real, las empresas pueden crear estrategias súper personalizadas y mejorar la experiencia de usuario. Un tipo de innovación que tiene amplias aplicaciones en el mundo del marketing y de la comunicación. 


Chatbots y asistentes inteligentes

Casi todos hemos tenido alguna experiencia con chatbots o asistentes virtuales. Unas tecnologías que ofrecen atención al cliente durante las 24 horas, todos los días del año. Sin embargo, existen diferencias entre ellas. Los chatbots son softwares que mantienen una conversación con una persona de manera automática y autónoma. Mientras que un asistente inteligente realiza una serie de preguntas para conocer los gustos del usuario e interactúa de una forma más natural, simulando una conversación real, como si se tratara de una persona.



Smart Cities

Las Smart Cities son aquellas ciudades que aplican la Tecnología de la Información y de la Comunicación (TIC) para mejorar su infraestructura, movilidad y servicios públicos. El objetivo de las Ciudades Inteligentes (traducción del inglés) es colocar a las personas en el centro del ecodiseño y el desarrollo sostenible, creando una red de valor y mejorando la calidad de vida de los ciudadanos. En definitiva, generar ciudades sostenibles. 



Química computacional

La química computacional utiliza métodos y programas para resolver problemas químicos concretos, ahorrando tiempo y recursos. En vez de realizar múltiples experimentos en el laboratorio, se introducen los parámetros adecuados en el ordenador para predecir qué fórmula sería la más óptima. Además esta tecnología disruptiva también es de gran utilidad para comprender las reacciones que ocurren en los matraces del campo de la química experimental. 




Huellas digitales

La huella digital es un sistema de seguridad que certifica la identidad de una persona a través de un dispositivo electrónico con el objetivo de defender los derechos de autor. Para controlar la copia no autorizada de contenidos, se introducen una serie de bits en un soporte (por ejemplo, un DVD, un Blu-ray o un pendrive) que detecta la realización de copias no autorizadas.
































27 octubre

Tipos de Tecnología

 

Tipos de tecnología por producto obtenido

En este caso, la clasificación se realiza si el recurso tecnológico se usa para obtener bienes tangibles o intangibles.

Tecnología dura

Cuando hablamos de tecnología dura, estamos haciendo referencia a la creación y producción de maquinarias o equipos que se utilizan como producto final.

En líneas generales, este tipo de tecnologías está muy relacionada con el refinamiento y manejo de las materia primas. Esto implica que su desarrollo depende de productos físicos o químicos.

Este es el tipo de tecnología más cercana y extendida en la vida cotidiana. Un ejemplo puede ser un tenedor, una lavadora o incluso un teléfono celular.

Tecnología blanda

En el caso de la tecnología blanda, es necesario indicar que se encuentra más vinculada a bienes no tangibles. Estos productos, aunque no tienen un estado físico, sí que tienen un valor determinado.

Es importante añadir que la tecnología blanda se refiere al conjunto de conocimientos y saberes que complementan a la tecnología dura.



Dicho de forma más fácil, la tecnología dura son los equipos, mientras que la tecnología blanda es lo que se necesita saber para utilizar dicha tecnología.

Por ejemplo, una laptop es tecnología dura y su sistema operativo es tecnología blanda.




Insertar gráficos

 





Insertar dibujos y formas.

 









23 octubre

Velocidad del Procesador de una Computadora

 


¿Qué es la Velocidad del Procesador?

La velocidad del procesador – también llamada comúnmente velocidad de reloj o tasa de reloj – es el número de ciclos por segundo en los que una CPU puede leer, interpretar y ejecutar instrucciones. Se expresa en hercios (Hz), y un hercio equivale a un ciclo por segundo.

En el caso de las CPU modernas, la velocidad de procesamiento de un procesador suele expresarse en gigahercios (GHz), que equivale a mil millones de hercios. Si un procesador funciona a 3.6 GHz, significa que tiene 3.600 millones de ciclos por segundo.

Puedes pensar simplemente en los ciclos como posibilidades. Cuanto mayor sea la velocidad del procesador, mayores serán las posibilidades de ejecutar instrucciones por segundo, lo que se traduce en un procesamiento más rápido.

Pero ten en cuenta: La velocidad del procesador no es una medida de la rapidez con la que la CPU se comunica con otros componentes del sistema para completar las tareas.

En general, un procesador de ordenador con una alta velocidad de procesamiento permite una computación más rápida, con más ciclos por segundo para ejecutar instrucciones. Pero no es una medida absoluta de rendimiento.

A la hora de comprar portátiles gaming o construir tu propia PC, no puedes limitarte a elegir CPUs con una especificación de GHz más alta o a comparar diferentes CPUs en función de las velocidades de su procesador.

Además de la velocidad del procesador, hay que tener en cuenta el número de núcleos y la arquitectura de la CPU, siendo esta última la más importante.

Un procesador de 2.6 GHz es mejor que uno de 3.1 GHz si el primero tiene una mejor arquitectura y es más eficiente, lo que le permite ejecutar más instrucciones por ciclo. Si quieres comparar las velocidades de los procesadores, debe ser entre CPUs de la misma marca y generación o familia.

¿Cuál es una Buena Velocidad de Procesador para una Laptop o Computadora?


En cuanto a la mayoría de las laptops en el mercado, tienen procesadores de doble núcleo, que es capaz de satisfacer las necesidades de la mayoría de los usuarios cotidianos. Mientras tanto, algunos usuarios utilizan procesadores de cuatro núcleos que pueden mejorar el rendimiento del ordenador.

Si eres un profesional o un estudiante, necesitas un procesador de cuatro núcleos de hasta 4.00 GHz. Si eres un jugador empedernido, puede que necesites un procesador de 6 u 8 núcleos. Una buena velocidad de procesador recomendada está entre 3.50 y 4.2 GHz, pero es más importante tener un rendimiento de un solo hilo. En resumen, entre 3.5 y 4.2 GHz es una buena velocidad para un procesador.

¿Qué Importancia Tiene la Velocidad del Procesador?




La velocidad del procesador es muy importante y tiene un efecto significativo en la velocidad y el rendimiento general del ordenador. Al fin y al cabo, determina la rapidez con la que un procesador puede ejecutar las instrucciones de las aplicaciones.

Pero ahora es menos importante en comparación con la época en la que las CPUs estaban formadas por un solo núcleo. No puedes fijarte sólo en la velocidad del procesador y basar tu decisión de compra en ella. Tanto el número de núcleos como la arquitectura son igual de importantes.

La importancia de la velocidad del procesador también depende de lo que pretenda hacer en su ordenador. Algunas aplicaciones se benefician de una velocidad de procesador mucho mayor, mientras que otras se benefician más de un mayor número de núcleos de procesador.

Cuando se comparan diferentes procesadores, la velocidad del procesador también es importante, pero sólo cuando se comparan procesadores de la misma familia, como se ha mencionado anteriormente. No olvides esto cuando busques los mejores procesadores y compares diferentes productos de distintas marcas.

Observaciones Finales


Ten siempre en cuenta que también hay otros factores que tienen un efecto significativo en la velocidad general del ordenador. No deberías centrarte únicamente en la velocidad del procesador cuando busques una CPU.

Sí, una CPU con una velocidad de procesador alta suele traducirse en una mayor velocidad de cálculo. Pero dependiendo del uso que le vayas a dar, puede que te convenga más una CPU con una velocidad de procesador menor pero con más núcleos. Como dicen, lo que funciona para otros puede no funcionar para ti.








También llamada velocidad de reloj o tasa de reloj, la velocidad del procesador es el número de ciclos por segundo en los que una CPU puede procesar instrucciones.

Normalmente se muestra en GHz. Una mayor velocidad del procesador significa que se pueden ejecutar más instrucciones por segundo, lo que generalmente se traduce en un procesamiento más rápido.

Pero la velocidad del procesador no es una medida absoluta del rendimiento de la CPU. Hay que tener en cuenta otros factores (como el número de núcleos del procesador) y mirar los benchmarks reales para obtener una imagen más precisa del rendimiento de una CPU específica.

Hay muchos factores que hay que tener en cuenta a la hora de comprar un procesador de computadora, ya sea para jugar o para las tareas básicas del día a día.

Entre ellos está la velocidad del procesador, también llamada comúnmente velocidad de reloj. No es la única forma de medir la velocidad o el rendimiento del ordenador, pero sigue siendo una de las especificaciones más importantes a tener en cuenta a la hora de buscar una CPU.


Diferencia entre un bit, un byte, 1Kb, 1MB, 1GB y 1TB

 

Medidas de almacenamiento de información.

 


Así como usamos medidas para saber cuánto pesan o miden las cosas, también hay unidades de medida que te permiten calcular la capacidad de almacenamiento de información o procesamiento de datos. 

Las unidades de medida más usadas son el Bit, Byte, Kilobyte, Megabyte, Gigabyte y Terabyte. 

Para que entiendas cómo se relacionan estas unidades de medida entre sí, imagina esto:

Tienes un libro muy grande, y una sola letra de ese libro representa un Byte

Esta letra está compuesta por (8) ocho partes y cada una de esas partes se llama Bit.

Si juntas varias letras (bytes) formarías palabras, y con las palabras un párrafo, que aquí contaría como un Kilobyte.

Con varios párrafos (Kilobytes) podrías conformar algunas páginas del libro, lo que podría ser un Megabyte.

Y uniendo todas las páginas (megabytes), tendrías el libro completo, que puedes imaginar que es Gigabyte.

Si unes ese libro a muchos otros libros (Gygabytes), tendrías una gran biblioteca que, en este caso, equivaldría a un Terabyte




Aunque la capacidad de almacenamiento de cada una de las unidades de medida no es exactamente igual al ejemplo que te acabamos de dar, ya tienes una idea de cómo funcionan y se organizan. Equivalencias reales:

Bit:

Es la unidad mínima de información empleada en informática. 

Byte (B):

Equivale a 8 bits. Con dos bytes guardas o procesas una letra.

Kilobyte (kB):

1024 bytes forman un Kilobyte. 

Megabyte (MB):

Equivale a 1024 Kilobytes. 

Gigabyte (GB):

Es igual a 1024 Megabytes. Es la unidad de medida que se suele usar para determinar la capacidad de almacenamiento de las USB.

Terabyte (TB):

Lo componen 1024 Gigabytes. Muchas veces esta medida determina la capacidad de almacenamiento de los discos duros. 

¡Imagina la cantidad de archivos que podrías guardar!




Repaso Unidad 3

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