• El Antivirus.
Es un software creado específicamente para la detección y eliminación de software malicioso o malware. Los virus y los troyanos son los objetivos favoritos de los antivirus.
Para que el antivirus sea 100% efectivo, debemos verificar que está activa de forma periódica, además de actualizarlo para hacer frente a los nuevos virus que van apareciendo.
• Actualiza los parches de seguridad con la mayor frecuencia posible.
Hoy en día disponemos de gran cantidad de aplicaciones y servicios que funcionan en nuestros dispositivos. Navegadores de Internet, apps de móvil y tablet, clientes de correo, etc.
Debemos tener en cuenta que dada su gran difusión es muy fácil que presenten debilidades contra ataques externos.
Es nuestro deber estar pendientes de las actualizaciones o parches destinados a corregir estas grietas en la seguridad. • Procura utilizar software de carácter legal.
A la hora de conseguir nuevo software, debemos estar atentos a la fuente de donde lo descargamos. Debemos recurrir a fuentes de carácter legal.
En primer lugar, por la seguridad, en segundo lugar, para asegurarnos de conseguir un producto de calidad y con un buen rendimiento y en tercer lugar para cumplir con la ley.
• Cuidado con la descarga de archivos.
Los correos electrónicos incorporan filtros antispam cada vez más potentes.
Aun así, no es difícil que se cuele algún correo que lleve adjunto archivos ejecutables o documentos que no han sido solicitados y que cuya descarga implique la inserción de software malicioso en el sistema.
• Utiliza diferentes usuarios.
Los dispositivos portátiles disponen la posibilidad de diferenciar entre usuario Administrador o usuario estándar.
La diferencia son los permisos de acceso a diferentes funcionalidades y aspectos de sistema. Utiliza el usuario estándar para tareas de navegación y edición.
Podremos instalar igualmente software que requiera contraseña de administrador ya que el propio sistema nos lo requerirá.
• Utiliza contraseñas seguras.
Es una de las normas más básicas de seguridad informática.
Crea diferentes contraseñas para cada acceso que utilices: correo, redes sociales, banco online, etc.
En los accesos de menor importancia puedes utilizar la misma contraseña, aunque es recomendable renovarlas con cierta periodicidad.
• Crea copias de seguridad.
Cada cierto tiempo procura realizar copias de seguridad, sobre todo de la información crítica o más valiosa. Siempre hay que ponerse en lo peor y si un virus logra atacar nuestro sistema y lo daña de manera severa, podremos recuperar la información importante a través de la copia de seguridad.
Los ciberdelincuentes tienen un arsenal enorme de técnicas para infectar nuestros equipos y hacerse con nuestras credenciales y datos personales.
Entre sus ataques más populares está el spoofing (suplantación de identidad).
Falsifican la dirección de correo electrónico o la URL de una organización para hacerse pasar por ella, de modo que el usuario crea que la comunicación que le envían es legítima y caiga en el engaño, proporcionando sus credenciales de acceso y datos personales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario